Intercambio científico: Acuicultura de Ostras y Criopreservación de Corales
- iser caribe
- Oct 16
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Por Karina Olivieri
Como parte del Intercambio de Aprendizaje de Acuicultura de Ostras de EE.UU. y el Caribe, del programa SOAR de The Nature Conservancy (TNC), tuve la oportunidad de visitar criaderos de ostras en Massachusetts, New Hampshire y Maine. Allí aprendí de primera mano cómo funcionan estas operaciones y cómo agencias líderes aplican la ciencia a la restauración marina. En Island Creek Oyster Farm, Fox Point Oysters y Mook Sea Farm, conocimos sobre el manejo de reproductores, los sistemas de depuración y las prácticas de cultivo en mar abierto. El intercambió incluyó recorridos por marismas (terreno pantanoso situado por debajo del nivel del mar) y reservas estuarinas que me ayudaron a conectar la teoría científica con las prácticas reales de acuicultura.

Uno de los aprendizajes más valiosos fue sobre técnicas de desove: desde la inducción y recolección de gametos hasta la fertilización in-vitro. Estos procesos resaltan la importancia de la precisión y el detalle para producir semillas de ostras saludables y resistentes a enfermedades. Tocamos temas relacionados al manejo y control en los criaderos, incluyendo la evaluación de las tasas de fertilización, el conteo y clasificación de larvas y su transferencia a tanques de crecimiento. Estos procesos demuestran cómo la metodología rigurosa respalda la acuicultura sostenible y la restauración a gran escala.
Para ampliar mis conocimientos en restauración de arrecifes de coral, participé en el Adiestramiento de criopreservación de esperma de corales en el Mote Marine Laboratory en Summerland Key, Florida. El adiestramiento incluyó la practica de técnicas de recolección y filtración de esperma, evaluación de la motilidad y concentración celular, y el aprendizaje en el mantenimiento de registros detallados de especie, genotipo y lugar de colección. Además, recibí adiestramiento en los aspectos técnicos de la criopreservación, como calibración de equipos, control de tasas de congelación, uso de crioprotectores y almacenamiento en nitrógeno líquido.

Por si fuera poco, el intercambio incluyó además una visita a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, donde participé en procesos de reproducción sexual de corales mediante fertilización in-vitro. Allí observé el desarrollo completo, desde la fertilización de gametos recolectados en el campo hasta el asentamiento de larvas en laboratorio. En contraste con el Mote Marine Laboratory, trabajamos con gametos de corales mantenidos bajo condiciones controladas, lo que me permitió observar diferencais y conexiones entre el campo y el laboratorio. En ambas instituciones, los gametos recolectados se usaron para criopreservación y cruces genéticos, contribuyendo a aumentar la diversidad de poblaciones de corales en restauración.

En conclusión, esta experiencia reforzó la importancia de la precisión, la planificación y la integración de prácticas — desde la acuicultura de ostras hasta la criopreservación de corales — como herramientas claves para la restauración marina, la conservación y el futuro de una acuicultura sostenible en el Caribe.




